Por nuestra formación y valores, no creo que haya una mejor manera de inaugurar este blog que presentando este proyecto tan emocionante y especial. Gracias a los votos de la ciudadanía, nuestra propuesta “Somos Raíces” fue la ganadora del concurso público de murales por la igualdad convocado por el Ayuntamiento de Berango, motivo por el cual hemos dado vida y color a los 400 m2 de muro del colegio público Berango- Merana en Bizkaia.
A la hora de planificar este proyecto tuvimos claro que uno de nuestros objetivos era acercar la naturaleza al espacio urbano, comunicar un mensaje positivo de sostenibilidad, respeto al medio ambiente, renovación y cambio, llenando de vibrantes colores el espacio público.
De la convergencia de esta idea con la temática sobre igualdad, propuesta para el concurso con motivo del 8 de marzo, surgió la metáfora que da título a la obra, “Somos Raíces”. Con el objetivo de visibilizar la importancia de las raíces, ocultas pero imprescindibles para el desarrollo de la planta y su relación de semejanza con el trabajo de la mujer, fundamental pero invisible, infravalorado socialmente y muchas veces no remunerado.
La intervención consta de tres espacios diferentes:
– El muro exterior, 220 metros lineales que dan a la calle.
– La entrada al colegio.
– Interior del colegio y canchas del patio.
La escena principal está situada en la esquina del muro exterior, coincidiendo con la parte más alta del mismo, y está compuesta por una mujer alada rodeada de naturaleza que, al soplar, exhala vida en forma de plantas, flores, setas, animales y otros seres fantásticos que, a partir de ahora, habitan el muro.
Las alas de la mujer no son casualidad, sino un símbolo en referencia a la teoría conocida como “efecto mariposa”, que nos recuerda que “el batir de las alas de una mariposa puede provocar un huracán en otra parte del mundo”. Comparar el feminismo con esa teoría física, que presta atención a la sensibilidad de las pequeñas acciones capaces de generar grandes cambios, es una invitación a la acción, pero también a la reflexión sobre como gestos y cambios cotidianos pueden alcanzar una amplitud insospechada. Y es que, no somos una, somos multitud y hemos llegado hasta aquí con un aleteo, aparentemente insignificante, que se ha convertido en una avalancha capaz de modificar las reglas que rigen la sociedad.
Más allá de ideologías, el feminismo nos invita a tomar conciencia y luchar por la igualdad, y es la herramienta más útil para formar personas libres, seguras de sí mismas y respetuosas sin importar su sexo.
De este soplido de aire fresco, que quiere simbolizar fuerza, movimiento y empoderamiento, surge un mágico universo multicolor que recorre el perímetro del centro, para desembocar en la entrada del colegio. Allí un niño y una niña sobrevuelan el mar agarrados de la mano, acompañados de una carpa alada y peces voladores. Un diseño que busca fomentar la imaginación, la curiosidad y la creatividad, y transformar, invitando a eliminar barreras, a soñar y a la libertad.
Han sido un total de 17 jornadas trabajando sin descanso de sol a sol, cayendo chuzos de punta, con frío y calor pero siempre con el empuje, la ilusión, el apoyo y cariño de todas las personas del pueblo. Pero sobre todo la emoción de los más pequeños al ver la transformación diaria de su colegio. Sin duda, uno de los regalos más bonitos que nos llevamos de esta experiencia.
De inspiración naif, con ilustraciones ausentes de perspectiva pero exuberantes y con colores brillantes que conservan muchos detalles, ya que esta pensado para ser visto desde una distancia no superior a los 8 metros, atendiendo al propio urbanismo de la calle. Un mural para todos los públicos pero cargado de simbología y significado. “Somos raíces”, nuestra particular mirada hacia la diversidad, la igualdad, la justicia y la libertad a través de un colorista universo onírico repleto de formas vegetales abstractas y geométricas, animales, magia y fantasía.
Si os pasáis por allí no olvidéis sacaros una foto, subirla a Instagram y etiquetar a @artits_project con el hashtag #somosraíces ¡No hay nada que nos pueda hacer más ilusión!