LA BAUHAUS ATERRIZA EN ARTITS PROJECT


REDISEÑANDO UN ICONO DE LOS AÑOS 30.

No sabéis las ganas que tenía de contároslo. Dos meses llevamos mordiéndonos la lengua para guardar el secreto. El caso es que hemos estado trabajando en la transformación de un diseño de la Bauhaus. Un proyecto muy especial por toda la historia que tiene detrás. ¿Conoces su inspiradora historia? 

Corre el año 1919 y la Primera Guerra Mundial ha dejado una Alemania con la moral por los suelos, pero también provocado la ilusión de un nuevo comienzo. Hay una nueva constitución, la de Weimar, que es todo lo moderna e igualitaria que se podría imaginar en la época y que reconoce el derecho de las mujeres a aspirar a cualquier nivel de educación, a cualquier tipo de trabajo. Efervescencia y esperanza.

Mujer Bauhaus

En ese escenario nació la más revolucionaria escuela de arte y diseño que ha existido nunca: la Bauhaus, un volantazo educativo y pedagógico basado en la experimentación y la creatividad, que buscaba unificar todas las disciplinas: bellas artes, artesanía y tecnología, con el objetivo de aplicarla en todos los ámbitos de la vida cotidiana: de la arquitectura a la perfomance pasando por el mobiliario, el cine, el teatro, tipografía, cerámica o escultura. “Desde la silla en la que usted se sienta hasta la página que está leyendo” (Heinrich Von Eckardt)

Ballet triádico Bauhaus

En tan sólo 14 años se convirtió en todo un referente internacional que sentó las bases de lo que hoy conocemos como diseño industrial y gráfico y al que un siglo después, seguimos mirando de reojo en busca de inspiración. Una de las corrientes artísticas más revolucionarias e innovadoras en la historia y también un experimento vital de una pequeña comunidad de jóvenes que se lanzaron a la construcción de un nuevo estilo de vida. Un ambiente donde se entremezclaban fiestas, juegos y trabajo para incentivar así la creatividad, la espontaneidad y la intuición . Una utopía social donde mujeres y hombres creaban sin límites ni prejuicios. Los arquitectos tejían, las pintoras encuadernaban…todos aprendían.

Las bases de la escuela se centraban en la aplicación de un diseño funcional, haciendo uso de formas geométricas extremadamente simples y colores primarios. Desde su fundación, se consolidó el principio “la forma sigue a la función”, que ha permanecido como una de las señas de identidad. Y es que, como bien dice la frase, la prioridad era crear un objeto o diseño que fuera ante todo funcional y que, posteriormente fuera atractivo.

Tetera Marianne Brandt Bauhaus

Pero quizás uno de los aspectos más interesantes, fue la reforma pedagógica basada en la relación que que algunos de sus profesores establecieron entre el arte y el juego. Se reivindicaba que todos somos artistas. Una reivindicación basada en la raíz lúdica del arte, en el juego. Si todos podemos jugar, todos podemos ser artistas. Este “buen rollo” dio lugar a las famosas fiestas temáticas de la Bauhaus, que se preparaban entre todos de principio a fin: Trajes, música, decorados, ballets, performance, invitaciones y tarjetas conmemorativas que salían de los talleres gráficos… Las fiestas eran un pretexto para experimentar e improvisar en un ambiente creativo y desenfadado. ¿No le encantaría esto a un niño, no sería lo “natural” para ellos? 

Fiesta Bauhaus

Al parecer, los festejos de la escuela eran alocados y desatados, pero lo más importante de todo era contar con un disfraz espectacular, que destacara no solamente el espíritu festivo, sino el talento en el diseño. 

Fiesta bauhaus

Además de estas fiestas ‘oficiales', cualquier acontecimiento podía igualmente desembocar en una celebración: la finalización de un tapiz, la adquisición de la nacionalidad alemana del matrimonio Kandinsky, el nacimiento de un niño, el comienzo o la vuelta de un viaje de estudios. Era la manera de establecer vínculos entre profesores y alumnos y buah!, con la escasez festiva se me hace la boca agua sólo de ver las fotos e imaginarme participando en un sarao tan brutal.

Fiesta Bauhaus

Además de los avances en arquitectura, con espacios más amplios y el uso de materiales como vidrio, acero o madera, en la Bauhaus se crearon algunos de los muebles más icónicos del s.XX. Estos nuevos muebles eran de calidad, estéticos y ergonómicos, y estaban pensados para llegar al público masivo al fabricarse de forma industrial.

Butaca Walter gropius Bauhaus

Pero ,¡oh sorpresa!, Hitler odiaba tres cosas: el modernismo, los intelectuales y los judíos y en la Bauhaus abundaban todos esos especímenes, así que en 1933 perseguida por las fuerzas nazis cerró definitivamente. Estudiantes y profesores huyeron, muchos de ellos a EEUU dispersando así sus formas de expresión, que pasaron a formar parte del legado cultural colectivo de todo el planeta.

Uno de sus iconos ,sin duda alguna, es la silla Cantilever.  Una silla que no tiene las dos patas traseras, aguantando el peso en las dos anteriores y su prolongación horizontal. Estructuralmente funciona como voladizo ( en inglés, cantelever). Oficialmente el primer diseño de este tipo lo realizó en 1926 Mart Stam, diseñador holandés vinculado a la escuela Bauhaus y, fue creada con la idea de “sentarse sobre el aire”. Posteriormente otros diseñadores como Marcel Breuer o Mies Van der Rohe experimentaron con este modelo.   Sea como fuere es una pasada y un ejemplo importante del diseño del s.XX.

silla cantilever

El caso es que, volviendo al siglo XXI nos hemos lanzado a reinterpretar este clásico a nuestra manera, desde nuestra particular visión "upcycler", siguiendo siempre nuestro leit motiv  de “usar y no tirar. Usar y transformar”. La idea es recuperar sus resistentes y duraderas estructuras de metal incorporando tablas de skate en el deteriorado asiento, respaldo y brazos. Porque todos merecemos una segunda oportunidad. Los objetos también. Y si eres un icono de los años 30 con mas razón.

silla bauhaus con tablas de skate recicladas

Originales, livianas y fáciles de integrar en cualquier espacio. Son perfectas si quieres optar por una decoración con mucho rollazo pero atemporal.

"¿Cómo queremos vivir?", "¿cómo viviremos?",  "¿cómo puedo lograr más con menos?" o "¿qué puedo aportar para conseguir una vida mejor?" son cuestiones fundamentales que están de plena actualidad. Estoy segura que si la Bauhaus existiese hoy apostarían por la reutilización de materiales sin producir residuos. Porque "upcycling" es sinónimo de subversión, innovación y creatividad. Un principio que hemos hecho nuestro y que impulsa nuestra filosofía de diseño.

sillas tablas de skate reciclada bauhaus

Ser un poquito partícipes de este movimiento, 100 años después, a través del rediseño y reconstrucción de estas piezas es un sueño y me pone los pelos como escarpias.  Ahora vivimos enamorados y obsesionados con estas sillas a las que queremos dar una segunda vida, incluso mejor que la original.  Si quieres rodearte de una pieza con espíritu, única y especial esta es tu oportunidad. Sostenibilidad, artesanía y diseño en estado puro.